Porque lo que queremos es lucir siempre una piel perfecta, aunque a veces es un tanto más complicado de lo que pensamos. Hoy vamos a ver cómo conseguirlo con unas recetas de mascarillas caseras que siempre vienen bien, ya sea por sus efectos y como no, por sus ingredientes naturales. Un conjunto perfecto para poder lucir un cutis envidiable. Por eso, solo necesitamos unos pocos minutos, que siempre vienen bien dedicárselos a nuestra piel. Por otro lado, los ingredientes que te explicamos y ponernos manos a la obra.
Las ciruelas son la base de nuestra primera mascarilla y para ello, tenemos que aplastar unas cuantas y las mezclamos con dos cucharadas de aceite de oliva. Haremos una pasta perfecta y ya solo quede aplicar en nuestro rostro. Es ideal para todas esas pieles sensibles y secas ya que de esta manera le estaremos devolviendo toda la nutrición que necesita para verse mucho mejor y más vital. Como cuenta con numerosas vitaminas y antioxidantes, no necesitamos dejarla mucho tiempo en el rostro, así que con unos 20 minutos será más que suficiente. Luego tendremos que lavar con agua tibia y listo.
Si las ciruelas nos aportan todo lo necesario, las fresas no se quedan atrás. Son perfectas, tanto para nuestra salud como para nuestra piel. Por eso, una vez más tenían que estar entre las mascarillas seleccionadas. Para aplicarlas, tenemos que lavarlas bien y con unos 100 gramos de las mismas será más que suficiente. Las aplastaremos todas y luego, la colocaremos sobre el rostro. En este caso no es necesario añador ningún ingrediente más ya que ellas solas harán todo el trabajo. Las vamos a dejar una media hora y para retirarlas, nada mejor que hacerlo con un algodón empapado en leche. ¡Verás los resultados muy pronto!.
Si con las fresas tu piel está más luminosa y sin esos efectos del cansancio, entonces con la mascarilla de pepinos, todavía se verá mucho mejor. Quizás porque sabemos que está compuesto en su mayor parte por agua. Seguro que esto le da una ventaja mayor con respecto a otros ingredientes. Para ésta tenemos que pasar por la licuadora dos pepinos que mezclaremos con dos cucharadas de nata líquida y una clara de huevo. Lo batimos todo muy bien y ya solo queda aplicarla por el rostro. Lo dejaremos una media hora y luego, volvemos a retirar con agua tibia. Tan solo un poco de paciencia y pronto verás resultados óptimos.