Keira Knightley es una joven actriz y también modelo que es conocida por su intepretación en las películas Piratas del Caribe y como no, en Orgullo y Prejuicio. Viene de una familia de talentos ya que su padre también es actor y su hermano es un apasionado de la música. Parece ser que la joven siempre tuvo claro lo que quería ser cuando fuera mayor y parece que sus padres siempre respetaron sus ideas pero ante todo, querían que tuviese una buena educación. Algo que siempre ocurre porque a pesar de que los padres siempre quieren lo mejor para los hijos, nunca se sabe lo que les depara el destino.
Hoy es portada de la revista Glamour, una revista que ya le había otorgado el premio a la mujer con más glamour, pero esto sucedió en el año 2004. Ahora es la imagen fresca y renovada de una de las revistas como más éxito y que siempre nos cuentan lo mejor de la moda y las tendencias. Además de que la actriz se confiesa entre estas línas, la revista siempre va más allá y también nos comenta cómo estar a la última con una serie de looks tanto de moda como de belleza.
En la portada Keira aparece ataviada con un top muy escotado en la parte de la espalda, ya que solo cuenta con unas finas tiras para anudar. Un estilo étnico que en el interior de la revista también lo encontraremos. Los estampados y el color rojo se unen para darle vida a esta especial falda, que se deja combinar con un pañuelo con más colores y una camiseta de rayas. Sin lugar a dudas una mezcla explosiva muy jovial y desenfadada que solo Keira sabe cómo llevar. Media tumbada en esa silla que parece muy cómoda habla sobre su vida y sus sentimientos.
Parece que la joven actriz tiene claro que ella prefiere vivir tranquila y en paz consigo misma antes que el dinero. Una mujer de fuertes ideas y de estilo marcado. No podemos hacer otra cosa que volver a comentar este estilismo mucho más sensual que el anterior en el que nos encontramos con sugerentes aberturas en la parte de las piernas y un pronunciado escote. Sin lugar a dudas es una mujer que atrapa a la cámara y que se muestra tal y como es, por eso, la revista Glamour no podía sino contar con ella.