Con la llegada del verano y la altas temperaturas, debemos de cuidar aún más, nuestro cuerpo, ya que con la calor, la piel o el pelo, tienden a resecarse, por eso, el nivel del hidratación tiene que ser mayor que en otras épocas del año. Mejor, siempre, prevenir, que no lamentar.
Por fuera, debemos de usar cremas después de la exposición al sol, para calmar nuestra piel y que le aporte la cantidad de agua necesaria para que luzca más fina, sin sequedad.
Por dentro, también debemos de cuidarnos, como siempre, pero en esta ocasión, bebiendo mucha agua y también zumos, ya que nos darán las vitaminas y sales minerales necesarias.
Simples cuidados para pasar un verano estupendo, aprovechando al máximo de cada momento, sin preocuparnos de nada más.