Es una de las formas de depilación más antiguas, es verdad que su comodidad y rapidez se nos hace muy atractiva, pero…¿recomendarías su uso?.
En la actualidad tenemos una serie de cuchillas menos afiladas y con formas que se adaptan a todas y cada una de las zonas de nuestro cuerpo. Las hay con gel para que la depilación sea mucho más fácil y lógicamente, sin dolor.
Los inconvenientes también tienen bastante fuerza, ya que al no ser eliminado de raíz, el vello crece más deprisa y dicen, que más grueso. Por eso, nuestro consejo es que si por cuestiones de rapidez o falta de tiempo tienes que usarla, que sea solo en esas ocasiones y que alternes esta forma de depilación con otras que sí arranquen de raíz el vello.
Además, en las pieles sensibles pueden aparecer unos granitos como reacción a este proceso e incluso pueden formarse ciertos bultitos enrojecidos, ya que algunos pelos quedarían bajo la piel. Quizás, es mejor sufrir un poco y estar más tiempo sin pensar en depilarte que repetir esta acción varias veces a la semana… ¿o no?.