Ropa interior femenina, tu segunda piel

Ropa interior femenina, tu segunda piel

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A la mujer de hoy le gusta sentirse libre, moderna y es muy, pero que muy activa. Por ello quiere reflejar su personalidad allá por donde pasa y pisa, y no solo con sus actos, sino cuidando su apariencia al máximo, dando un paso al frente más allá de donde lo hicieron sus predecesoras. Es decir, más allá de la mera estética exterior, hablamos de su ropa interior.

Tendencias actuales

La lencería actual continúa su búsqueda de la comodidad sin renunciar al estilo, a la sofisticación y a la propia feminidad. Su fin es mantener la personalidad sin desistir de ese toque de atrevimiento salvaje que otorga la prenda íntima actual. 

Ciertamente, existe una gran diversidad de estilos capaces de fundirse con el estado de ánimo de la mujer y dar fiel testimonio de la situación por la que atraviese en su vida. 

Formal, informal, bustiers, bralettes, sujetadores con aro y deportivos, tienes de todo. El mercado actual te ofrece la prenda perfecta para cada ocasión o momento de la vida.

¡Y lo mejor!

En línea directa con la tecnología y a falta de tiempo, que es lo único que no le sobra a la mujer de hoy, puedes encontrar el que más se adapte a tus necesidades en dinámicas e intuitivas tiendas online. Si deseas conocer una de estas tiendas te invitamos a hacer clic aquí.

Pero para que vayas tomando nota, te podemos decir que uno de los productos estrella es el sujetador reductor. Sigue leyendo y sabrás por qué.

El sujetador

Parece increíble cómo lo que nació siendo fruto prácticamente de la medicina se ha transformado en todo un icono de la sensualidad y sexualidad femenina.

Así es, el sujetador moderno, tal y como lo conocemos en la actualidad, surgió como contraposición y clara protesta hacia los rígidos corsés, causa de tantos desmayos y que apenas permitían respirar a la mujer.

Las jóvenes generaciones del siglo XXI, bastante liberadas de las restricciones que solían aplicar a la lencería, hacen un uso definitivamente más creativo del sujetador. Lo sacan a pasear por la calle a la vista de todos, permitiendo que de vez en cuando abandone la alfombra roja de la sexualidad y se confunda con una bonita camisa.

Las mejoras en la elasticidad del tejido, la variedad de colores, estampados y estilos, le muestran cada vez más con una naturalidad que le hace sumarse a cada atuendo como una capa más para hacerte sentir sexy, cómoda y estar divina en cualquier momento. 

Y es que al hablar de comodidad no solo nos referimos a cómo se siente la prenda al colocarla. También hablamos de cómo se siente cada mujer en cada instante. Y claro, combinando ambos aspectos de la comodidad ¡qué mejor producto del que hablar que del sujetador reductor! Y es que, si a día de hoy una mujer de pechos prominentes no se siente cómoda, es uno de las principales prendas a tener en cuenta.

Evolución de la ropa íntima

Desde que se diseñó la primera prenda íntima con cuero, hasta el momento actual, son muchos los caminos que, tanto la mujer como su ropa interior han recorrido juntas de la mano, hasta llegar a constituir una verdadera industria de la moda.

No se sabe a ciencia cierta cuándo fue que comenzaron a confeccionar las bragas y sujetadores como tal, pero lo que sí resulta seguro es que en el antiguo Egipto el uso de este tipo de prendas se generalizó, y ya no solo como motivo de higiene sino buscando directamente la belleza de la mujer. Y bueno, antes de esto, alrededor del 1700 a.c., los persas sí que usaban las bragas de forma común.

A posteriori, en el imperio romano, se le añadió además otra función a este tipo de prendas femeninas, pasando a convertirse en auténticos fetiches sexuales, un papel del que fueron destronadas durante toda la Edad Media, época bastante oscura en donde la ropa interior se volvió mucho más pesada, larga y discreta, estratégicamente pensada para cubrir el cuerpo.

No sería hasta la Revolución Francesa, que cambiaría la situación tomando la propia mujer las riendas de la transformación que la ropa interior comenzó a experimentar, convirtiéndose sin duda alguna en un tipo de prendas especialmente sensuales. 

Más tarde ya, a finales del siglo XIX la seda se convirtió en el material rey para los diseños femeninos, mientras que durante la Segunda Guerra Mundial se empezaron a utilizar materiales sintéticos y aparecieron el Látex o la Lycra. Igualmente, empieza a buscarse la comodidad, comienzan a visualizarse los primeros sujetadores modernos especialmente preparados para potenciar los pechos, a la par que las bragas van acortándose cada vez más.

Con la industria del cine, concretamente con Marilyn Monroe, el raso y las transparencias hacen su entrada en escena para, en plenos setenta, romper tabúes con nuevos estilos de lencería, sujetadores de aro y escotes imposibles. Es la época del Wonderbra que abandera a la cabeza la vanguardia y la moda.

Y de todo esto ¿tú qué opinas?

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