El lenguaje corporal dice mucho de cada persona, porque simboliza los sentimientos y es algo inconsciente que no podemos controlar. Siempre se dice que las palabras pueden engañar, cosa que nuestro cuerpo o nuestros gestos, no.
Los mentirosos suelen responder a ciertas preguntas después de un breve espacio de tiempo, porque les cuesta dar con esa respuesta idónea, que parezca real…pero ojo, porque algunos tienen la cualidad de rapidez y nos dará una idea equívoca. Tienen a desviar la mirada hacia arriba o hacia los lados, al igual que sus manos, que no podrán estar quietas.
Sus labios se contraerán y tenderán a estar cerrados y pegados, y más, si traga saliva repetidas veces porque es señal de que está buscando una frase apropiada con la que poder salir del paso.
Siempre que alguien miente, se siente incómodo y parece que la voz no sale, sino, entrecortada, aunque si es alguien de confianza, es más difícil pillarle en una mentira, porque esa confianza le hará estar un poco más suelto. La sonrisa es otro de los gestos en los que se nota un engaño porque transforma la expresión de su rostro totalmente. Lo mejor es ser siempre sinceros, porque como se dice: es preferible una verdad mala que una mentira adornada.