Si después de un día agotador, de mucho trabajo que llegas cansada a casa y no tienes ganas de ponerte a cocinar, hay algunos trucos muy fáciles y sin demasiadas calorías, para saciar el hambre.
Sabemos que no se debe de cenar mucho porque la digestión por la noche es más lenta, así que, debemos de comer, pero siempre con moderación.

Un sandwich con un par de rodajas de pavo y queso, acompañado de un yogurt, creo que es ideal ya que hablamos de cenas ligeras. Las ensaladas también son muy ligeras para la noche y muy nutritivas: Mi preferida es la de pasta con palitos de cangrejo (surimi), jamón york y tomate.

Tomarse de postre un poco de sandía o kiwi es muy beneficioso. Tampoco hay que seguir un patrón para cenar, simplemente dejar un poco de lado, los platos que comemos al mediodía, un poco de ligereza y dormiremos mucho mejor.