Aunque se lleven los colores este verano y realmente es algo estupendo porque ponen la nota de alegría a nuestros looks, además que en una estación como ésta, es inevitable pensar en color. Pero siempre, ante un vestido corto y elegante, perdemos la visión, sea o no, de colores.
Echando un ojo por los vestidos para una comida importante que tengo en breve, pensé en el color básico como principal para el evento. El negro y blanco es una combinación que da paso a la sofisticación plena.
Los vestidos cortos sin ideales para el día cuando asistimos a un cóctel, pero también se dejan ver mucho por la noche, para lucir en las largas horas de fiesta.
Entallados con pedrería y cortes asimétricos o escotes palabra de honor con faldas de vuelo. Con o sin adornos, pero ya lo decides tú.