Desde que una prueba un vestido con corset creo que ya sabe qué tipo de vestidos comprará a partir de ahora. Un corset es especial, se ajusta mucho al cuerpo y aunque parezca lo contrario no es nada incómodo.
Te da la sensación de comodidad, por eso mismo, porque está muy sujeto y no tienes posibilidad que se te doble o te haga flojez la tela como muchas veces pasa. No podemos salir de casa incómodas y pendientes del traje que llevamos.
Personalmente, me parece una prenda imprescindible, tanto en bustiers como en vestidos. Es muy favorecedor, como ya he comentado en otras ocasiones, porque si tienes algún michelín indeseable se siempre sobresale cuando menos te lo esperas, esta prenda combatirá para que no sea así y se corrija. Te verás una figura estupenda, en serio, es como arte de magia.
Uno de los, inconvenientes, es que cuando llegas a tu casa, después de tenerlo puesto durante horas y te lo quitas, notarás como si te despojaras de un gran peso.
Algunos vestidos llevan el corset incorporado e invisible, pero otros lo llevan de una manera que podemos denominar externa, con sus lazos que aportan un gran detalle al conjunto. Una figura estilizada dentro de un bonito vestido es todo lo que deseamos para conquistar esa fiesta especial.