Como siempre nos dicen que el color blanco en un boda, queda relegado para la novia, entonces dejaremos aparcado nuestro vestido para otra ocasión. Pero si tienes una cena o una fiesta con los amigos, no dudes en optar por este color, sobre todo, ahora en la primavera.
Ya estamos viviendo cómo los días son más largos y los rayos de sol, nos van anunciando que en muy poco tiempo, tendremos el verano con nosotros. Aunque primero, vamos a disfrutar de los días primaverales que también son estupendos en muchos aspectos.
Uno de ellos, es porque, vamos dejando de lado los grandes abrigos, para darle paso a las chaquetas más finas y a las faldas más cortas. Los vestidos son siempre una buena opción, además de ser una tendencia que nunca pasará de moda, pueden ser de lo más cómodos y glamurosos.
Por lo general, son muy favorecedores, pero lo serán más aún cuando estemos algo bronceadas. Vestidos cortos de corte peplum o con algún detalle como lentejuelas o lazos, son siempre la mejor opción.
Sigo pensando que las formas asimétricas son una opción sensual y muy juvenil que no puede faltar en nuestro armario, tanto en prendas con escote como en mangas o incluso en el largo de las faldas.
Vestidos ajustados o con volumen…¿cuál sería tu elección?. No olvides pensar en cuáles son tus preferencias y como no, en lo que mejor te va a quedar según la forma de tu cuerpo, ya que así, será un éxito garantizado.
En el mercado, podemos encontrar una gran variedad, ya que además del clásico blanco, algunos modelos le añaden ciertos toque de color, ya sea en apliques de encaje o estampados florales.
No queríamos terminar sin daros una nueva ventaja de estos vestidos, que gracias a ser un color básico, se podrá combinar de mil maneras y con todos los tonos que se te antojen…ya sabes, date el capricho con unos zapatos y bolso coloridos.