Es otro de los vicios que es complicado dejar, pero todo tiene solución y claro que se deja. Puede aparecer cuando la persona que lo sufre pasa por situaciones de nerviosismo que le lleva a acostumbrarse a este hábito. Hay que buscar soluciones cuanto antes y con un poco de fuerza de voluntad, todo se logra.
Tienes que comenzar a preocuparte por tus uñas, al igual que lo haces por tu cabello o por tu piel, así le darás una importancia similar y no querrás hacerles más daño con tus dientes.
Hay unos esmaltes que tienen un sabor como amargo, para que así, cada vez que tengas la tentación de acercar tu boca, la quites de manera fulminante. Además, puedes pintártelas, con esmaltes normales, o simplemente, usar uñas postizas, para dejar descansar a las naturales.
Cuando tengas la necesidad de morder, búscate algo que lo sustituya, como un bolígrafo,si no estás en casa, o prueba a tomar algo más sano como morder alguna fruta. Se puede y lo conseguirás, solo necesitas proponértelo en serio.