Luego de estar en vela por la emoción de tu cita de hoy, el desastre: ¡Tienes unas enormes ojeras! Este problema no hace que tu rostro se vea cansado, sino que te echa algunos años de más. Aquí te explicamos todo sobre este problema… desde su origen, hasta su solución.
Las ojeras se presentan de varias formas, ya sea como alteraciones de color en tonos grisáceo, azulado o rojizo, y/o como un aspecto de hinchazón bajo el párpado inferior.
Las principales causas para este antiestético problema son la falta de una buena y ordenada rutina de sueño; una mala posición al dormir que dificulta la circulación y hace que se acumulen líquidos en la parte inferior de los ojos; bajo consumo de agua; retención de líquidos; cosméticos irritantes; estados de estrés; y frotar los ojos con demasiada rudeza, hasta inflamar las venas de la zona.
Ahora que si las ojeras son permanentes, el problema tiene más bien una causa genética –si eres joven-, o se debe a la edad avanzada.
La forma más común de arreglar este problema es tener a mano un buen corrector de ojos que disimule el tono oscuro de la zona ‘ojerosa’. Otra forma es recurrir a una crema diseñada especialmente para la el problema de las ojeras. Pero si prefieres algo natural, tenemos una buena sugerencia.
La mejor solución, porque combina el frío y el efecto desinflamatorio es hervir dos bolsitas de manzanillla y meterlas en la nevera. Cuando se hayan enfriado colocar una en cada ojo, túmbate y déjalas unos 20 minutos con los ojos cerrados.
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