Una vez terminada la época veraniega (aunque en muchos lugares parece que el verano se resiste a marcharse) ese color bronceado, se transforma muchas veces, en unas horribles manchas provocadas por el sol.
Al ir desapareciendo el tono moreno, a veces, nos aparecen unas pequeñas manchitas que son fruto de los cambios de pigmentación. Pero no nos asustemos porque hay remedios que las difuminan. Uno de ellos, es la mascarilla de yogurt.
Un yogurt natural, lo extendemos bien por la cara y escote. Lo dejamos unos cinco o siete minutos y luego retiramos el exceso del producto con un pañuelo. Un poco de agua fría pero sin frotar, nos eliminará el yogurt del todo y nos quedará una sensación de frescor en la piel. Eso sí, hay que ser constante y repetirlo hasta que la mejoría sea considerable.