Esta bella actriz a sus cuarenta y ocho años, es como el buen vino, que mejora con los años. No sabemos a ciencia cierta si se ha operado o cuantas veces lo ha hecho, pero viendo el antes y el después no notamos grandes diferencias como para haber pasado por el quirófano. Ella es muy escurridiza cuando le preguntan por este tema, pero sí reconoce que el pecho, después de sus embarazos, lo tiene operado.
Algunos de sus trucos de belleza más comentados es que usa una técnica que está teniendo mucho éxito, aunque no es apto para los que odien los bichitos. Se trata de colocar sobre el cuerpo sanguijuelas que van mordisqueando la piel y la limpia de toxinas, por eso, luce una piel tan fina y radiante.
Demi Moore está asesorada por un nutricionista y sigue una dieta basada en comer vegetales, algas y todo lo relacionado con alimentos frescos porque al cocinarlos pierden casi todos sus nutrientes. A ella parece que le funciona, pero no todo el mundo podría seguir este método.
A parte está el ejercicio, Demi cuenta con un entrenador personal y hace yoga todos los días durante varias horas. Está claro que hay que cuidarse si queremos vernos tan estupendas dentro de muchos años, pero sin obsesionarse.