Para marcar más nuestra mirada, siempre optamos por fijar con color, la parte justo encima de las pestañas. Desde hace años, lo más sencillo (o eso creíamos) era usar un lápiz delineador, pero eso no siempre era tarea fácil porque a veces las líneas no salen tan rectas como queremos.
Por eso, hoy aconsejamos usar el eyeliner líquido, que en principio parece más complicado pero después de un par de usos, no te hará casi falta ni mirarte al espejo. Tenemos varios colores para elegir como marrón, negro o azul, siempre dependerá de las sombras que uses, pero lo cierto es que el color negro sabemos que siempre nos va a combinar mucho mejor.
Después de aplicarte las sombras, debemos de ponernos el eyeliner: Debemos de quitar el exceso del pincel para que no nos salgan los odiados borrones. Una vez hecho esto, estiramos el párpado o elevamos la cabeza como si fuéramos a buscar alguna suciedad en el techo. Entonces, aplicamos una línea justo encima de las pestañas, desde el borde el ojo, donde está el lagrimal, hacia fuera. Espero que vuestro pulso sea bueno, sino, siempre puedes apoyar un poco los brazos mientras realizamos esta hazaña.