A veces, debido a nuestro estilo de vida o los alimentos que consumimos, pueden afectar a nuestras piernas, notándolas cansadas o hinchadas. Dicen que todo proviene de la genética, pero el sedentarismo acelera estos síntomas, al igual que los malos hábitos.
Aprovecha este verano para que esos síntomas desaparezcan. Empieza por no pasar mucho tiempo de pie, ni sentada…vamos, que debes de alternar. Unos paseos por la playa y luego, relajarte en la arena.
Cuando estés sentada al sol, intenta que las piernas no estén mucho tiempo desprotegidas. Humedécelas de vez en cuando o ponte un pareo que siempre son la última moda.
Aprovecha también los días calurosos para beber mucha agua e introducir en tu dieta las verduras y las frutas frescas. Comidas más ligeras, dejando las grasas saturadas de lado. Intenta evitar las prendas muy ajustadas, pero si te gustan, lo que puedes hacer es no llevarlas muchas horas seguidas, al igual que los tacones, que sí, son preciosos, pero no nos ayudan. Para finalizar el día, un buen masaje y a dormir con las piernas elevadas.