Sabes muy bien que la sal es un producto que, en exceso, puedes provocarte problemas que van desde la retención de líquidos hasta la presión alta. Por eso, hoy en día, las nuevas corrientes de alimentación proponen el consumo de otros tipos de sal: la sal marina y la sal del Himalaya ¡Mejor salud, es estás más bonita, y así estás al día con la moda femenina!
Recientemente, las recetas de cocina recomiendan emplear sal marina en lugar de la sal de mesa refinada.
Es fácil encontrar la sal marina en las tiendas naturales, pero ¿qué es lo que diferencia ambas?
La diferencia es básicamente la misma que existe entre el azúcar refinado el azúcar moreno.
Y es que se afirma la sal marina es más saludable que sus pares porque no ha pasado a través de un proceso de refinamiento que la expone a demasiados productos químicos.
En cambio la sal marina se obtiene a través de un proceso muy sencillo y natural: la simple evaporación del agua marina origina cristales que son, en sí, la sal marina.
Consumir una cantidad de 8 a 15 de sal refinada diaria, es ideal. Más cantidad, es nociva para la salud por el exceso de cloro y sodio que provocarían daños en la salud (los únicos componentes de la sal de mesa).
En cambio, la sal marina es rica en diversos oligoelementos beneficiosos para la salud, entre ellos el magnesio, que promueve la absorción del calcio.
La única critica a la sal marina es su posible contaminación con ciertos elementos marinos, por lo cual, la sal más recomendada es la sal del Himalaya, considerada la más pura de la tierra, que es tan beneficiosa, que incluso se emplea como medicamento.