Los codos es una parte muy sensible de nuestro cuerpo, ya que se convierten en un punto de apoyo y la piel es mucho más fina, por eso, tenemos que cuidarlos y hoy te traemos unos consejos para que los mimes y los sientas mucho más suaves.
Con un simple gesto como sumergirlos en agua caliente con unas gotas de aceite, tanto el de almendras como el de olivas, podrás disfrutar de unos codos estupendos.
Además, si tienes la mítica piedra pómez rondando por casa, este es un buen momento para darle un poco de uso…justo cuando los codos están un poco más blandos por el agua caliente, podrás pasarles la piedra. Se ve el resultado de una manera inmediata.
Yo también suelo usar una crema exfoliante…la misma que aplicas al resto del cuerpo, te sirve para esta delicada zona. Eliminarás las células muertas y simplemente, le darás más vida.