Algo antiestético que necesitamos evitar a toda costa es la papada. No es cuestión de edad, sino que parece que la piel nos hace una especie de deformación que hace que tengamos un par de barbillas. Debemos de intentar este trozo de piel para que, poco a poco, vaya estirando y consigamos nuestro propósito.
Lo mejor es comenzar con unos masajes, hacia el cuello, con cremas nutritivas para que la piel recupere su elasticidad. Por otro lado, lo mejor es seguir unos hábitos correctos, ya que nuestras posturas del día a día, pueden jugarnos una mala pasada, por eso, si pasas muchas horas delante del ordenador, debes de mantener la cabeza bastante derecha para evitar que nos salga la papada.