Está claro que no nos importa pasar mucho minutos delante del espejo cuando nos estamos maquillando porque lo hacemos con toda la ilusión y para realzar nuestra belleza natural. Todo esto cambia cuando llegamos a casa, después de una noche loca, pero tienes que saber que tu piel necesita que le retires todos eses componentes.
Si los restos se acumulan en la cara, será más fácil que te salgan espinillas y la piel se te vaya resecando. Por eso, el recurso más sencillo es recurrir a las toallitas desmaquillantes, que, según las necesidades de tu piel, podrás elegir la que más te convenga. Aún así, no siempre eliminan del todo los resto, por eso, tendrás que seguir limpiando tu piel a fondo.
¿Cómo lo haremos?, pues la leche limpiadora, que puedes encontrar en cualquier supermercado, es ideal, tanto para los labios como para el resto de la piel, la aplicarás en un poco de algodón y la pasarás por todo el rostro con mucho cuidado, dando un suave masaje.
Usa un nuevo algodón para los ojos, que podrás impregnar en el desmaquillante y colocarlo sobre ellos, para que se vayan humedeciendo. Así saldrán los colores de una manera más fácil. Por último, recomendamos aplicar un tónico que calme la piel y la mantenga hidratada.